La importancia de la agricultura y la compra de tierras para desarrollo agrícola se tradujeron en la creación del Keren Kayemet Le Israel (KKL), Fondo Nacional Agrario del movimiento sionista – hoy en día un ente público independiente del Estado y del gobierno israelí – en el año 1901 en el marco del quinto Congreso Sionista en Basilea, comenzando a funcionar al año siguiente. Este organismo fue una pieza clave en la estructura de instituciones nacionales mancomunadas por el objetivo de establecer un estado judío soberano.
Con la creación del Estado de Israel, Ben Gurión impulsó la colonización agrícola dando prioridad al movimiento kibutziano, siendo él mismo fundador y residente del Kibutz Sdé Boker en el Neguev (sur de Israel) – junto al cual está enterrado (falleció en 1973). Su visión se resumía en el lema de “conquistar el desierto”, a través de la colonización agrícola y la conformación de nuevos poblados, incluyendo ciudades en desarrollo en la periferia de los centros urbanos de Israel como Tel Aviv, Haifa o Jerusalem.
El desafío más importante para el desarrollo de la agricultura en Israel fue la proximidad del desierto y la escasez de aguas para riego. Ello fue solucionándose paulatinamente a partir de 1964 con la creación del acueducto nacional que conduce agua del Mar de Galilea hacia el sur del país. Este desafío fue encarado también a través de la construcción de reservorios de agua, el aprovechamiento de agua de lluvias en la temporada invernal, y el desarrollo tecnológico de riego por goteo, invento israelí exportado al mundo. Por último, en la última década empresas israelíes con apoyo gubernamental han invertido en el desarrollo de plantas desalinizadoras cuyo funcionamiento ha aliviado la realidad de continuas sequías y han incrementado significativamente el abastecimiento de agua para la agricultura.
En los últimos años diversos gobiernos israelíes han intentado nacionalizar o al menos garantizar una mayor injerencia en el presupuesto del KKL para aumentar la recaudación de impuestos (como empresa pública sin fines de lucro está exenta de pago de impuestos). El KKL invierte en forestación, cuidado de bosques y parques de esparcimiento, construcción de reservorios de agua con especial énfasis en la purificación de aguas cloacales, y se ha convertido en una organización que promueve proyectos comunitarios y educativos ligados al desarrollo de una ecología sustentable. La inversión del KKL en infraestructura agrícola-forestal y proyectos comunitarios o educativos es significativa – se estima en medio billón de shekalim[1] – y según un nuevo acuerdo con el Gobierno de Israel se duplicará en los próximos años. Se estima que el KKL tiene posesión directa de un 13% de las tierras del Estado de Israel (en los límites de la línea verde previos a la Guerra de 1967).
La agricultura produce un 2.5% del PNB de Israel y su peso en las exportaciones es pequeño, de 3.6%, pero constituye uno de los componentes más importantes en la sociedad israelí hoy en día, permitiendo que el 95% de las necesidades alimenticias sean cubiertas por cultivos nacionales.
Autor: Dr. Yossi Goldstein
Referencias a la Agricultura en Israel:
- Adolfo Marroquín Santoña, Israel: Agricultura en un ambiente hostil (Junio 2014. Blog de Ciencia Fácil)
- Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel
- Miguel Ángel Acuña, La Agricultura en Israel, monografía
- Sitio web oficial del KKL
[1] Más de 135 millones de dólares anuales, N de la R.