Recursos educativos para la enseñanza de Holocausto y Ciudadanía

Bienvenidos a los recursos educativos en línea que el Museo Interactivo Judío de Chile ofrece en concordancia con el currículo del Ministerio de Educación de Chile. Estas actividades buscan apoyar el trabajo en aula para distintas asignaturas y cursos, así como para el Plan de Formación Ciudadana; a la vez que profundizar o preparar la visita al Museo.

Algunas de estas actividades son desarrolladas en alianza con el programa IWitness de USC Shoa Foundation.

El Holocausto fue la persecución y el asesinato burocráticamente organizado de aproximadamente seis millones de judíos por el gobierno nazi y sus colaboradores entre los años 1933 y 1945. “Holocausto” es una palabra de origen griega, que significa “sacrificio por fuego”. Los nazis, que tomaron el poder en Alemania en enero de 1933, creían que los alemanes eran una “raza superior” y que los judíos, considerados “inferiores”, no merecían vivir. Durante el Holocausto, los nazis también tuvieron en su mira a otros grupos por razón de su percibida “inferioridad racial”: los romas (gitanos), los discapacitados y algunos grupos eslavos (polacos, rusos, y otros). Otros grupos fueron perseguidos por razones políticas, religiosas, de orientación sexual y eugenesia: comunistas, socialistas, testigos de Jehová, homosexuales y discapacitados.
 
El Holocausto incluyó prácticas como la segregación, anulación de los derechos civiles, confiscación de la propiedad, traslados forzosos, confinamiento en guetos y campos de concentración bajo condiciones de hacinamiento, y finalmente asesinatos sistemáticos que incluyeron campos de exterminio y el envenenamiento en cámaras de gas.
 
En 1933, la población judía de Europa superaba la cifra de nueve millones y medio de personas. En 1945, los alemanes y sus colaboradores habían terminado con la vida de dos de cada tres judíos europeos, como parte de la “Solución Final”, la política nazi de exterminio de los judíos.
 

Fuente: Unesco; United States Holocaust Memorial Museum

El Holocausto fue un momento crucial de la historia de la humanidad. El Holocausto tiene las características que se encuentran en otros genocidios, pero también contiene elementos sin precedentes. Los nazis tuvieron la intención de asesinar a todos los judíos que estuviesen en los territorios bajo su dominio. Además, el genocidio del pueblo judío no respondía a ningún propósito pragmático. Mientras que otros genocidios y atrocidades masivas tienen a menudo motivaciones económicas, políticas o militares, el asesinato de los judíos no tuvo alguno de esos alicientes. Su destrucción se basaba en una ideología racista que establecía que “la raza es la fuerza decisiva y moldeadora de la vida de las naciones. La lengua, la cultura, las costumbres, la fe, las tradiciones, los estilos de vida, pero también las leyes, las formas de gobierno, y la economía, todo lo que constituye la vida está determinado por la raza” (Der Reichsführer SS/SS-Hauptamt, Rassenpolitik, Berlin, 1943). Según los teóricos nazis, las razas eran también jerárquicas, lo que significaba que algunas razas eran superiores y otras se consideraban “parásitas”, lo que justificaba su exterminio. Esas teorías niegan los principios de igualdad, respeto por la justicia sin distinción de raza, género, religión o lengua.
 
El estudio del Holocausto puede sensibilizar al público sobre las situaciones que conllevan un riesgo de genocidio en el mundo contemporáneo y poner en primer plano el valor de los derechos individuales y los valores universales. Comprender cómo y por qué ocurrió el Holocausto puede contribuir a una interpretación más amplia de la violencia masiva a escala global. Además puede resaltar el valor de promover los derechos humanos, la ética y el compromiso cívico que impulsan la solidaridad humana en los ámbitos locales, nacionales y mundiales.
 
Fuente: Unesco

Genocidio y atrocidades masivas – Conceptos clave

El término “genocidio” fue acuñado por el jurista Raphael Lemkin, refugiado judío de origen polaco, quien en 1944, en su obra Axis Rule in Occupied Europe, señala: “Por ‘genocidio’ entendemos el exterminio de una nación o de un grupo étnico”. Esta nueva palabra, acuñada por el autor, se compone del término del griego antiguo genos (raza, tribu) y de la terminación latina cidio (asesinato). En general, el genocidio no conlleva necesariamente la destrucción inmediata de una nación, salvo en el caso de que se lleve a cabo mediante el asesinato masivo de todos los miembros de la misma. Con este término se pretende aludir más bien a un plan coordinado de acciones diferentes encaminadas a la destrucción de los fundamentos esenciales de la vida de grupos nacionales, con el objetivo de procurar su aniquilación. El genocidio se dirige contra el grupo nacional como entidad, y las acciones que se llevan a cabo contra las personas, no en su condición individual, sino como miembros del grupo nacional.”
 
Los términos “crímenes atroces” o “atrocidades masivas” aluden a tres delitos definidos jurídicamente a nivel internacional: (1) el genocidio, (2) los crímenes contra la humanidad; y (3) los crímenes de guerra. “Atrocidades masivas” puede aludir asimismo a la “limpieza étnica”, la cual no ha sido reconocida como un delito independiente de acuerdo al derecho internacional.

De conformidad con la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio adoptada en 1948, el genocidio se define en su artículo 2 como “cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:

a) Matanza de miembros del grupo.

b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo.

c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.

d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo.

e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.

Las organizaciones que realizan actividades de educación no formal pueden complementar la labor de las escuelas. Un gran número de tales organizaciones llevan a cabo intervenciones directas en las aulas, imparten formación al profesorado, elaboran materiales docentes y para el aprendizaje, u organizan viajes de estudio a museos, centros conmemorativos y sitios históricos.

Fuente: Unesco

Se recomiendan los siguientes principios pedagógicos para que los maestros consideren al momento de planificar e implementar un programa integral de educación sobre el Holocausto. Esto permite a los estudiantes aprender este tema tan complejo de una manera significativa y poder aplicar lo que han aprendido en su vida cotidiana. 

1) Glosario – Es relevante revisar los términos y las frases claves necesarias para comprender completamente el contenido que se estudia. VER GLOSARIO

2) Proporcionar antecedentes sobre la historia del antisemitismo – Indique a los estudiantes el papel esencial que desempeñó el antisemitismo antes y durante el Holocausto. 
 
3) Contextualizar la historia – Ayude a los alumnos a comprender lo que sucedió antes y después de un evento específico, quién estuvo involucrado, dónde tuvo lugar el evento, etc. Esto ayuda a reforzar el hecho de que el Holocausto no fue inevitable sino que fue el resultado de decisiones tomadas por individuos, instituciones y gobiernos a lo largo de los años. 
 
4) Enseñar la historia de la humanidad – Al conectar personas y eventos a la historia más amplia, los educadores deberían: 
  • Traducir estadísticas en historias personales: usar testimonios de sobrevivientes y testigos siempre que sea posible.
  • Resaltar ejemplos de cómo las víctimas intentaron preservar su humanidad frente a la deshumanización: esfuerzos para mantener la identidad y la continuidad de la vida, expresión de valores y creencias, como formas de resistencia. 
  • Hacer hincapié en las “elecciones sin opciones” de las víctimas con escaso o nulo poder para escapar de su situación. 
  • Presentar la vida de las víctimas antes de la guerra y su regreso a la vida para proporcionar un contexto para sus elecciones, dilemas y acciones durante la guerra. 
  • Enfocarse en las decisiones grandes y pequeñas tomadas por individuos que tuvieron la capacidad y la oportunidad de elegir entre ayudar a quienes lo necesitaban o ser indiferentes/pasivos antes, durante y después del Holocausto, incluidos espectadores, colaboradores, perpetradores y quienes salvaron vidas. 
 
5) Utilizar fuentes primarias – Enriquecer la comprensión de los estudiantes sobre el Holocausto al proporcionar una gran cantidad de recursos impresos y digitales desde una variedad de perspectivas. Las fuentes primarias de información pueden ser documentos jurídicos (leyes y testamentos), textos oficiales, las memorias, crónicas, testimonios, censos y registros parroquiales, cartas, diarios privados, prensa, ensayos y textos literarios de la época. Una fuente primaria relevante son los testimonios de los sobrevivientes del Holocausto. VER MÁS
 
6) Hacer que el Holocausto sea relevante y de carácter universal – Conectar el estudio del Holocausto con los eventos contemporáneos. Distinguir entre la historia única del Holocausto y lo que se puede aprender de este evento con carácter universal. 
 
7) Fomentar el aprendizaje basado en la investigación y el pensamiento crítico – Apoyar el intercambio de ideas entre los estudiantes y hacer preguntas a ellos mismos y a los demás. 
 
8) Fomentar la empatía – Desafiar a los alumnos a comprender a las personas, sus actitudes y acciones, en un contexto histórico utilizando enfoques y estrategias sólidos, absteniéndose del uso de actividades de simulación. 
 
9) Emplear materiales de apoyo adecuados – Utilizar materiales y recursos educativos apropiados para la edad, teniendo en cuenta las sensibilidades y emociones de cada uno de los estudiantes.