Maestros que salvaron a judíos durante el Holocausto

Durante el Holocausto los judíos fueron abandonados por la mayoría de sus vecinos, que hicieron la vista gorda e incluso participaron en las persecuciones. Entre estos hubo maestros que contemplaron pasivamente como sus alumnos eran señalados, atormentados, discriminados y finalmente asesinados. Sólo pocos de ellos sintieron que su deber no era únicamente educar e inculcar valores en la clase sino también vivir de acuerdo a esos ideales. Yad Vashem ha reconocido a esos maestros como Justos de las Naciones.

Fuente: Yad Vashem


Joseph Migneret
Francia

Joseph Migneret era el director de una escuela primaria pública situada en la Rue Hospitalières St. Gervais, en el corazón del barrio de Le Marais en París. Éste, conocido como el “Pletzl” en el periodo de entreguerras, era el barrio judío en el que se habían asentado muchos inmigrantes de Europa oriental.

Durante la masiva redada realizada contra los judíos de París el 16 y 17 de julio de 1942 muchos de los que habitaban en Le Marais fueron arrestados. Migneret, viendo como sus alumnos presentes y pasados eran sacados de sus casas, recluidos en condiciones deplorables y encerrados en campos antes de su deportación, se dedicó a salvar a tantos judíos como fuese posible. Se unió a una red de resistencia y comenzó a suministrar documentos falsos a judíos escapados y a esconder a otros. Sarah Traube, que había asistido a la escuela de Migneret, estuvo escondida durante dos años en su domicilio. Shlomo Fisher, otro alumno, fue ocultado por el director hasta que fue posible encontrarle un refugio seguro. Otros recibieron papeles falsificados que les permitieron llegar al sur de Francia. Otro alumno, Joseph Schulman, de 14 años, que había resultado gravemente herido durante un intento de huida de un tren destinado a Auschwitz y estaba internado bajo supervisión policial, recibió ayuda de Migneret, que lo visitaba y trató de obtener su libertad.

El 28 de marzo de 1990 Yad Vashem reconoció a Joseph Migneret como Justo entre las Naciones


Elisabeth Abegg
Alemania

Elisabeth Abegg, nacida en Estrasburgo, capital de Alsacia, (actualmente en Francia), era una profesora de historia. Fue influenciada profundamente por las enseñanzas cristianas universalistas de Albert Schweitzer, el gran teólogo, humanista y médico alsaciano.

Abegg se trasladó a Berlín y comenzó a enseñar en el Luisen Mädchenschule, una escuela elegante para niñas de la capital alemana. Se empeñó en inculcar en sus alumnas –muchas de las cuales provenían de hogares judíos- sus creencias humanísticas, que se centraban en la santidad de la vida humana.

Cuando los nazis asumieron el poder Abegg entró en conflicto con el director nazi del colegio, recientemente nombrado. Se vio obligada a cambiar de colegio y en 1940 fue forzada a retirarse prematuramente como consecuencia de una delación. A pesar de haber sido señalada por las autoridades como poco fiable desde un punto de vista político, continuó teniendo contactos con sus amigos y exalumnos judíos.

Cuando Anna Hirschberg, su amiga desde hacía 40 años fue deportada al Este, Abegg comprendió el verdadero significado de la persecución de los judíos por los nazis y decidió hacer todo lo que estuviese en su poder para salvar a otros judíos. Convirtió el apartamento de tres habitaciones y media, que compartía con su madre de 86 años y su hermana Julia, en un refugio temporal y punto de reunión para judíos que habían pasado a la clandestinidad. En conjunción con sus camaradas del movimiento cuáquero escatimó su propia comida y la de su hermana para suministrar cartillas de racionamiento a sus protegidos; puso a la venta sus propias joyas para organizar la fuga subrepticia de Jizchak Schwersenz a Suiza,y consiguió documentos falsos para otros; se dirigió a Liselotte Pereles, la directora de una guardería en Berlín, para convencerla de que pasase a la clandestinidad con su sobrina Susi, de ocho años.

La mayoría de los que acudían a su puerta pidiendo ayuda eran completos desconocidos, pero ella nunca vacilaba y asumía riesgos cada vez mayores, a pesar de que sus vecinos eran nazis activos. En 1957, al cumplir los 75 años, algunos de los supervivientes que había salvado le dedicaron una colección mimeografiada de memorias titulada “Cuando una luz penetró las tinieblas”.

El 23 de mayo de 1967 Yad Vashem reconoció a Elisabeth Abegg como Justa entre las Naciones.


Amato Billour
Italia

Amato Billour, un profesor de inglés en un colegio secundario, vivía con su esposa Letizia, pianista de profesión, en Florencia, Italia. En noviembre de 1940, cuando los alemanes comenzaron a arrestar y deportar a los judíos de Florencia, tenían alrededor de 40 años, y carecían de hijos propios.

Después de la deportación a Auschwitz del rabino Nathan Cassuto y su esposa Anna Di Gioacchino, sus cuatro hijos quedaron a cargo de la hermana de aquél, Hulda Campagnano, que se dedicó desesperadamente a buscar un escondite para sus hijos y los de su hermano. La ayudó Tullio Vinay, un  pastor evangélico, que encontró refugio para su hijo Reuven en la casa de los Billour. Reuven Campagnaro permaneció en la casa de su profesor casi un año, desde diciembre de 1943 hasta agosto de 1944.

La pareja Billour fueron amables y sensibles con todas sus necesidades, y el chico rápidamente comenzó a llamarlos “padre” y “madre”. Mantenían el contacto con la verdadera madre y organizaban encuentros periódicos con ésta en lugares públicos para que Hulda pudiese verse con su hijo, que por entonces era llamado “Emilio”. Cuando Florencia fue liberada en agosto de 1944 Reuven regresó con su madre pero nunca olvidó al matrimonio Billour y a su amor por él.

El 24 de febrero de 1981 Yad Vashem reconoció a Amato y Letizia Billour y al pastor Tullio Vinay como Justos de las Naciones.


Benjamin Blankenstein
Holanda

Benjamin Blankenstein era maestro en la escuela primaria cristiana del pueblo de Soestdijk, provincia de Utrecht, Holanda. Su esposa María era ama de casa y tenían una niña nacida en 1940.

En 1943 Benjamin comenzó a participar en las actividades de una célula local de resistencia, que formaba parte de la organización nacional Landelijke Organisatie (LO), que se dedicaba a asistir a judíos escondidos y a no judíos que deseaban plegarse a la resistencia o a evadir los trabajos forzados en Alemania. A pesar del gran peligro que ello implicaba los Blankestein decidieron ocultar judíos en su propia casa.

Cuando Benjamin Blankenstein se enteró de que la familia Bernstein, residente de la cercana Soest, había sido delatada en un lugar anterior de escondite, sugirió que viniese a refugiarse en su casa. María, que había dado recientemente a luz a su segunda hija, consintió. Henry Bernstein, su esposa Martha y su hijo Rolf de 14 años, refugiados judíos de Alemania, recibieron una habitación en el hogar de la familia Blankestein. Las relaciones entre las dos familias eran excelentes. Benjamin enseñaba a Rolf por las noches para que no se atrasase en los estudios.

Dado que en la región habían ocurrido muchos casos de delaciones los Blankestein sugirieron que se buscara un lugar de escondite más seguro en la provincia sureña de Limburg. Sin embargo antes de que se pudiera encontrar una nueva dirección, fueron entregados y el 5 de junio de 1944, mientras Benjamin estaba enseñando en la escuela, la policía irrumpió en la casa. La familia Bernstein fue arrestada y la casa saqueada. Alrededor de media hora después del comienzo de la redada Benjamin fue arrestado en la escuela, llevado a una prisión en Ámsterdam y a continuación al campo de concentración de Vught. El 5 de septiembre de 1944, al aproximarse las tropas aliadas, Blankestein fue trasladado a campos situados en el interior de Alemania y pereció en Bergen-Belsen el 24 de febrero de 1945. La familia Bernstein fue detenida y deportada. Henry y Rolf fueron asesinados en Auschwitz; Martha Bernstein sobrevivió la guerra. Al volver del campo, sola y enferma, fue acogida nuevamente por María Blankestein.

El 27 de marzo de 2005 Yad Vashem reconoció a Benjamin Blankestein y a María Suzanna Blankenstein-van Klingerenn como Justos de las Naciones.


Vladimir Chernovol
Ucrania

A pesar de haber tenido una infancia llena de dificultades Vladimir Chernovol consiguió completar sus estudios y se recibió de maestro. Nacido en la aldea de Vodyana, distrito de Kirovograd (actualmente Vodyane, distrito de Kirovohrad, Ucrania), la propiedad de su familia había sido expropiada por el régimen soviético durante la década de los 1930. Después del fallecimiento de su padre fue colocado en un orfanato. En vísperas de la invasión alemana de la Unión Soviética se graduó de un curso de capacitación de maestros y comenzó  a trabajar en una aldea del distrito de Zhitomir.

Después del comienzo de la ocupación alemana Chernovol decidió volver a su aldea de origen. Por el camino se encontró con un hombre de su edad que se presentó como un piloto soviético que había sido hecho prisionero por lo alemanes y que había conseguido escapar. Poco después el hombre le confesó que se llamaba Grigoriy Lantsman, que era judío, y que era el único superviviente de su familia. Chernovol lo invitó a unirse a él y ambos llegaron a Vodyana.

Ya en la aldea Chernovol llevó a Lantsman a su antiguo hogar, explicando a todos que su acompañante era un amigo del orfanato. A pesar de que el jefe del poblado creyó la historia exigió que la identidad de Lantsman fuera verificada por la autoridad regional. Chernovol no dudó y al día siguiente se dirigió con Lantsman a la oficina del comandante militar local en Dobrovelichivka. El secretario del comandante recordaba a  Chernovol y a sus padres y firmó el documento requerido sin hacer demasiadas preguntas. Munido con el documento Lantsman pudo vivir en la aldea hasta el otoño de 1943. Por entonces fue llevado por los alemanes, junto con otros ucranianos, para realizar trabajos forzados.

Después de haber sido llevado a un punto de reunión en Mikolayiv Lantsman consiguió escapar. Dos meses después llegó a la casa de Chernovol, debilitado y desnutrido. Una vez más Chernovol le dio albergue en su casa. Con el tiempo Lantsman fue descubierto pero Chernovol sobornó al policía local para que no revelase la presencia de aquél. Después de la liberación de la región en marzo de 1944, Lantsman se alistó en el Ejército Rojo y luchó en sus filas hasta el fin de la guerra. Se mantuvo en contacto con Chernovol durante muchos años.

El 10 de noviembre de 1996 Yad Vashem reconoció a Vladimir Chernovol como Justo de las Naciones.


Andrée Geulen
Bélgica

Andrée Geulen estaba enseñando en una escuela de Bruselas cuando un día de verano en 1942 algunos de sus alumnos aparecieron con la estrella de David obligatoria cosida sobre la ropa. Al ver a sus alumnos señalados y humillados de esa forma la joven maestra enfureció y de inmediato dispuso que toda la clase –judíos y no judíos- viniesen a la escuela vestidos con delantales para que no se distinguiesen las estrellas.

Ese primer encuentro con la persecución de los judíos la convenció que debía actuar. Mientras continuaba enseñando se convirtió en una activista importante del Comité de Défence des Juifs (Comité de Defensa de los Judíos) clandestino, en el cual judíos y no judíos aunaban esfuerzos para esconder a niños y de ese modo salvarlos de la deportación y la muerte. Tenía la difícil tarea de convencer a los padres de que se separasen de sus hijos para llevarlos a lugares de escondite. Después ella se encargaría de llevarlos a familias que los escondían. Mientras tanto continuaba enseñando en la escuela Gaty de Gamont, donde permanecían ocultos 12 niños judíos.

En mayo de 1943 se realizó una redada en la escuela en medio de la noche y los alumnos fueron sacados brutalmente de sus camas con el propósito de comprobar sus identidades. Los niños judíos fueron arrestados y los maestros interrogados. Cuando uno de los alemanes le preguntó si no se avergonzaba de enseñar a niños judíos, Andrée Geulen le respondió con valentía: “¿No tiene vergüenza de hacer la guerra contra niños judíos?”

Por suerte Geulen consiguió evadir el arresto. Abandonó el colegio esa misma noche y fue a prevenir a sus alumnos judíos sobre el peligro inminente que les amenazaba. A pesar del incidente aterrador Geulen amplió su tarea de resistencia y se embarcó en una existencia clandestina, viviendo bajo un nombre falso. Hasta el fin de la guerra escondió a cientos de niños, mientras guardaba sus nombres originales en código y los lugares de refugio. Eso permitió la devolución de los chicos a sus familias o parientes después de finalizar el conflicto.

En 1989 Yad Vashem reconoció a Andrée Geulen como Justa de las Naciones. En 2007 le fue conferida la ciudadanía honorífica del Estado de Israel.


Jelena Glavaški
Serbia

Jelena Glavaški era maestra jardinera en Aleksinac, cercana a Niš, en el sureste de Serbia. Era amiga de Ana Lebl, cuya hija Jennie había sido alumna de su jardín de infantes a principios de los 1930. La relación entre las dos mujeres continuó aún después de que la familia Lebl se mudó a Belgrado.

Durante la invasión de Yugoslavia por Alemania en mayo de 1941 el esposo de Ana, León, que había sido un oficial de reserva del ejército, fue capturado y enviado a este país. Jennie y su madre permanecieron en Belgrado.

En diciembre de 1941 Jennie –que por entonces tenía 14 años- y su madre recibieron la orden de presentarse en la estación de policía, desde la cual mujeres y niños estaban siendo enviados al campo de Sajmište. Jennie decidió desobedecer la orden y escapar. Empacó algunas cosas, se dirigió a la estación de trenes y logró llegar a Niš. De allí caminó hasta la casa de su ex maestra jardinera. Glavaški la recibió con los brazos abiertos y le ofreció refugio en el ático de su casa.

La maestra participaba de las actividades de la resistencia y obtuvo para Jennie documentos falsos. En febrero de 1943 ambas fueron delatadas y arrestadas. Después de tener que soportar torturas e interrogatorios Jennie fue enviada a Alemania; Jelena Glavaški fue ejecutada en enero de 1944. Cuando Jennie regresó de Alemania a Belgrado volvió a reunirse con su padre y hermano. Ana, la madre, había sido asesinada en un camión de gas en Sajmište. Más tarde la ciudad de Niš bautizó una calle con el nombre de Jelena Glavaški en su honor y dedicó un rincón del museo de historia local a su memoria.

El 3 de septiembre de 1987 Yad Vashem reconoció a Jelena Glavaški como Justa de las Naciones.


Nuro Hoxha
Albania

Nuro Hoxha había sido un maestro muy respetado en la aldea de Tërbaç, cerca de Vlorë, Albania. En septiembre de 1943, cuando los alemanes ocuparon Albania, Hoxha fue a alertar a su viejo amigo Ilia Solomoni sobre los peligros a los que estaban expuestos los judíos. Éste último no tenía adónde ir y no sabía qué hacer, así que Hoxha le ofreció esconderlo, junto con su familia, en su casa de dos pisos en Tërbaç.

Ilia Solomoni relató a Yad Vashem que el valeroso maestro le dio la bienvenida en su hogar diciéndole: “Ahora tienes mi Besa (el código de honor albanés).

La familia Salomoni –Ilia, Sarita su esposa, y la beba Mirela- se mudaron al depósito situado en el sótano de la casa de Hoxha, bajo la escalinata. Hoxha cubrió la abertura con una alfombra. Cuando aumentó el peligro en el exterior se agregaron al escondite otros miembros de la familia: la hermana de Ilia, Fortunata, su cuñado Eliezer Negrin, Sarika y Aneta, la madre de Negrin.

En la primavera de 1944 colaboracionistas albaneses de los nazis arrestaron a Ilia y lo amenazaron con entregarlo a los alemanes. Desafiando el peligro Hoxha se dirigió a los colaboracionistas destacando que toda la aldea se vengaría de sus familias si no lo liberaban. Dos días después Ilia fue liberado; Hoxha lo estaba esperando en la puerta de la prisión para llevarlo a su casa.

En septiembre de 1944 Ilia fue arrestado nuevamente y vuelto a ser liberado gracias a la intervención de Hoxha. En todo el tiempo transcurrido entre septiembre de 1943 y noviembre de 1944 Hoxha y su familia hicieron cuanto pudieron para mantener a los miembros de la familia Salomoni, sin recibir remuneración alguna.

El 5 de mayo de 1992 Yad Vashem reconoció a Nuro Hoxha como Justo de las Naciones.


Aleksander Kramarovskiy
Rusia

En la década de los 1930 Aleksander Kramarovskiy enseñaba matemáticas en un orfanato situado en las afueras de Moscú. Tenía un vínculo muy especial con una de sus alumnas, Riva Reznikova, que se destacaba en los estudios peo sufría del acoso de otros estudiantes por ser judía.

Riva, nacida en Gomel (Bielorrusia) en 1925, había perdido a su madre cuando tenía cinco años, y fue enviada a vivir con un tío en Moscú. Dado que el apartamento estaba bastante hacinado éste la colocó en un orfanato. Kramarovskiy se apiadó de la pequeña, que sufría mucho en la atmósfera antisemita que reinaba, y quiso adoptarla, pero se encontró con la negativa de su mujer.

Cuando Alemania atacó a la Unión Soviética en el verano de 1941 el orfanato entero – equipo y alumnos- fue evacuado a la región del río Don, donde fueron puestos a trabajar en los campos para reemplazar a los hombres que habían sido movilizados. En 1942 la zona fue ocupada por los alemanes y comenzó la matanza de judíos.

Dado que todo el mundo sabía que Riva era judía Kramarovskiy llegó a la conclusión de que era demasiado peligroso permanecer en el lugar, temiendo que alguien podría denunciar a su protegida. Ambos abandonaron el grupo en secreto y comenzaron a deambular de un lugar a otro. Kramarovskiy le dio a Riva una cruz de madera para usar en el cuello y decía a todos que era su hija, Margarita.

En el invierno de 1942/3 llegaron a Novocherkassk, en el distrito de Rostov, y fueron llevados junto con otras personas del lugar a realizar trabajos forzados en Alemania.

Cuando terminó la guerra estaban en un campo cerca de la frontera entre Alemania y Austria, junto con otros trabajadores forzados, esperando la repatriación a la Unión Soviética. Soldados de la Brigada Judía (formada con voluntarios de la tierra de Israel al ejército británico) habían llegado a la región y la recorrían tratando de encontrar supervivientes judíos. Riva, que durante mucho tiempo había ocultado su identidad judía, no quería revelarla ahora, pero Kramarovskiy la convenció de que tendría un futuro mejor fuera de la Unión Soviética. Riva contó su historia a los soldados pero se negó a ir con ellos a menos que su “padre” se le uniese.

Riva y Kramarovskiy llegaron a Israel en 1946. Cuando Riva se casó, éste vivía con ella y su familia. En 1961 le ofrecieron un puesto en un periódico en ruso en los Estados Unidos, por lo cual abandonó Israel. Falleció en 1964.

El 2 de agosto de 2011 Yad Vashem reconoció a Aleksander Kramarovskiy como Justo de las Naciones.


Hermana Gertruda Stanisława Marciniak
Polonia

La hermana Gertruda Stanisława Marciniak, una monja de la Congregación de las Religiosas Franciscanas Elisabetinas, estudió magisterio y comenzó a trabajar en un orfanato de Grabie. Allí se convirtió en la directora de la escuela local.

Al comienzo de la ocupación alemana fue arrestada. En el otoño de 1940 fue  liberada y se dirigió a Varsovia, para pasar más tarde a Świder, donde fundó un orfanato y adyacente a éste un hogar para niñas que sufrían de tuberculosis. Aprovechando el temor alemán por las enfermedades contagiosas utilizó el hogar como cubierta para ocultar a miembros de la resistencia, así como a un grupo de niños salvados de un transporte que debía partir de la estación Zachodni de Varsovia.

Una proeza especial de parte de las hermanas elisabetinas fue el ocultamiento de niños judíos de Otwock y los alrededores, entre ellos Marysia Osowiecka, Rutka (Ruth) Noj y Dan Landsberg. Todos ellos contaban con certificados de nacimiento falsificados, suministrados por el cura local, Ludwik Wolski.

Rose y Max Noj recordaron que cuando trajeron a Rut por primera vez, la hermana Gertruda les dijo: “Cuando me traen un niño su destino se convierte también en el mío”.

Dan Landsberg visitó el orfanato muchos años después y encontró a la hermana Gertruda en su lecho de muerte. Ella les contó que en una oportunidad los nazis irrumpieron en su casa en busca de niños judíos.  Dan era todavía muy pequeño y no entendió lo que estaba pasando. La hermana Gertruda lo cubrió con su hábito y estuvo de pie inmóvil hasta que los alemanes se retiraron. “Así eran esas “madres de la ocupación” que ocultaban a niños judíos, cada día nos daban vida”, comentó Dan a Yad Vashem.

La madre de Dan había sido criada en el orfanato de Janusz Korczak. Su padre poseía una compañía constructora. Había levantado la casa familiar, que fue incendiada durante la guerra. La familia acabó en el gueto de Otwock, pero cuando éste fue liquidado los padres consiguieron escapar y hacer entrar a Dan al convento elisabetino. Allí recibió un certificado de nacimiento a nombre de Wojciech Płochowski. Después de un tiempo fue colocado en el hogar de una familia polaca, en el cual sobrevivió la guerra. Su madre y la mayoría de sus familiares fueron asesinados, pero su madre sobrevivió y consiguió encontrarlo después de la liberación. Más tarde se casó con un polaco que la había ayudado durante la guerra. Dan emigró a Israel en 1965, donde constituyó su propia y numerosa familia.

El 22 de julio de 2007 la hermana Gertruda Stanisława Marciniak fue reconocida como Justa de las Naciones por Yad Vashem.


 

Gerda Valentiner
Dinamarca

Gerda Valentiner había sido una maestra que formó parte de la resistencia danesa durante la ocupación alemana; participó en el traslado de los judíos daneses a Suecia. Durante las fatídicas semanas de octubre de 1943 en las que se planeaba la deportación de los judíos de Dinamarca reunía niños judíos y los llevaba a su casa, para esperar el momento adecuado para trasladarlos a la costa desde la cual serían llevados a Suecia.

No sólo arriesgaba su vida por esos niños sino que también manifestaba una gran sensibilidad y respeto por las costumbres religiosas de sus protegidos. Al comprobar que algunos de ellos cumplían las leyes dietéticas judías y por ello solamente comían pan, compró utensilios nuevos y alimentos que podían comer.

Moritz Scheftelowitz relató en Yad Vashem que Gerda Valentiner había sido la maestra de su hermana y que una noche de septiembre de 1943 llegó a la casa de sus padres, Ester y Reuben Scheftelowitz, para prevenirlos del inminente peligro. Unos días después Moritz y sus hermanas Dora (más tarde Diamant) y Rita (más tarde Felbest), se mudaron a la casa de Gerda y permanecieron con ella hasta que pudo organizar su traslado. Dos intentos de abandonar el país fracasaron; recién tuvieron éxito con el tercero. Zarparon en un barco de pesca desde un amarradero situado a 10 km de Copenhague. Después de una noche plagada de dificultades llegaron a Landskrona, Suecia.

Al ser preguntada por sus empeños durante la guerra, contestó con modestia:

“Hice sólo lo que muchos daneses hicieron, nada especial. Pensábamos que era perfectamente natural ayudar a personas en peligro de muerte”.
Después de la guerra tomó una licencia de su trabajo como maestra para trabajar durante dos años como voluntaria en campos de refugiados judíos en Alemania y Austria. En 1971, cuando tenía 68 años, se retiró de la enseñanza y viajó a Israel por un año para conocer el país y estudiar hebreo.

El 28 de julio de 1968 Yad Vashem reconoció a Gerda Valentiner como Justa de las Naciones.


Johan (Joop) Westerweel
Holanda

Johan (Joop) Westerweel comenzó su carrera docente en las Indias Orientales Neerlandesas, pero fue despedido por negarse a ser reclutado para el ejército debido a sus convicciones pacifistas. Su formación cristiana estricta –sus padres habían pertenecido a los derbistas, una secta protestante inconformista – le impartió un sentido de la justicia universal y la creencia en la bondad básica de las personas. Al regresar a Holanda comenzó a enseñar en una escuela del Werkplaats en Bilthoven, en la que se aplicaban los métodos educativos progresistas e innovadores de su fundador, Kees Boeke. En Bilthoven el matrimonio Westerweel conoció a niños judíos refugiados que habían llegado a Holanda durante los años 1930, en particular de Alemania. En 1940 Joop y su esposa Wilhelmina (Wil) se mudaron a Rotterdam, donde Joop había sido nombrado director de uno de los colegios Montessori.

En 1942 la pareja tenía cuatro hijos. Sin embargo dedicaban su vida a ayudar a otros, y por entonces habían estado albergando refugiados judíos en su hogar.

Mirjam Waterman (de casada Pinkhof), una colega y amiga de Joop del Werkplaats, le hizo conocer un grupo de jóvenes pioneros sionistas (jalutzim) en Loosdrecht, cerca de Ámsterdam. Joop reconoció en ellos un gran sentido de idealismo y firmes principios y sintió una gran afinidad para con el grupo. Cuando el grupo de Loosdrecht recibió el 15 de agosto de 1943 un aviso del Consejo Judío de que estaban por ser deportados, Joop y sus amigos –que iban a ser conocidos como el grupo Westerweel- pusieron a disposición lugares de escondite para cada uno de sus 50 miembros. 33 sobrevivirían la guerra; el resto fueron deportados a consecuencia de una delación.

Al comprobar que el ocultamiento no era suficiente para salvar a los judíos el grupo de Westerweel comenzó a idear formas para ayudarlos a escapar del territorio holandés. En diciembre de 1943 condujo a un grupo de jalutzim a Francia. Al pie de los Pirineos, en un dramático discurso, instó a los jóvenes que estaba a punto de despedir a recordar el sufrimiento de todo el mundo. Les imploró conceder libertad y dignidad a todos los habitantes de un futuro estado judío. “No más guerras” fueron sus últimas palabras antes de despedirse de ellos.

Ese mismo mes Wil fue arrestada durante un intento de liberar a Lettie Rudelsheim (más tarde Ben Heled), una de los miembros más activos de Hejalutz, de la prisión de Scheveningen. A consecuencia de la detención de su esposa, Joop colocó a sus cuatro hijos en casas de amigos de la familia, renunció a su puesto en el colegio Montessori y pasó a la clandestinidad. El 11 de marzo de 1944 Joop y su colaborador Bouke Koning fueron capturados en la frontera con Bélgica junto con dos mujeres judías que estaban acompañando. Joop fue encarcelado en el campo de Vught, donde fue torturado. Muy rápidamente se convirtió en el líder espiritual de muchos de los prisioneros. Su inquebrantable espíritu ante la brutalidad de la vida en el campo instiló esperanza y fortaleza a quienes lo rodeaban. Su última comunicación con el mundo exterior fue un poema, titulado “Avond in de Cel” (Anochecer en la celda), escrito en julio de 1944. La poesía está llena de optimismo, habla de la belleza de la naturaleza y de una vida de plenitud y convicciones. Jop Westerweel fue ejecutado el 11 de agosto de 1944 en el campo de concentración de Vught. Su esposa, encerrada en el mismo campo, tuvo que presenciar la ejecución. Ella sobrevivió los campos y regresó a su familia después de la guerra.

Una hija de Westerweel, Marta, se radicó en Israel, donde conoció a muchos de los sobrevivientes ayudados por su padre. “Tenía tres años y medio cuando mi padre fue arrestado y cinco cuando fue ejecutado. Nunca lo conocí realmente. En Holanda era una niña sin padre; en Israel me convertí en la hija de mi padre”, comentó. De los sobrevivientes escuchó historias sobre su progenitor. “Sé que los sobrevivientes pasaron por tragedias terribles”, dijo, “pero en cierto modo los envidio, porque conocieron a mi padre”.

El 6 de junio de 1964 Yad Vashem reconoció a Johan Gerard Westerweel y a su esposa, Wilhelmina Dora Westerweel-Bosdriesz, como Justos de las Naciones.