El ciclo de vida judío es intrínsecamente ecológico, ya que en gran parte está basado en las estaciones del año y la relación de los seres humanos con la naturaleza, con sus pares y con D-s, pero el año nuevo de los árboles es la festividad ambientalista por excelencia.
El día 15 del mes de Shvat se celebra “Tu BiShvat”, conmemoración conocida como el año nuevo de los árboles y que marca el punto medio del invierno cuando la fuerza del frío disminuye, la mayoría de las lluvias del año ya cayeron y la savia de los árboles comienza a subir. Como resultado, los frutos comienzan a formarse. La tradición judía indica que en esta fecha Dios determina la cantidad de frutos y hojas que cada árbol producirá durante el año.
Actualmente el Año Nuevo de los Árboles es conmemorado a través de bendecir antes y después de la degustación de frutos nuevos de la estación, especialmente las especies de frutas de la Tierra de Israel: aceituna, dátil, uva, higo, granada, trigo y cebada.
Las fuentes judías comparan en múltiples ocasiones al ser humano con el árbol, en tanto ambos están en constante crecimiento. La raíz simboliza la conexión con la fuente, nuestra fe; el tronco representa la parte principal que sostiene y representa el estudio de la Torá y el cumplimiento de los preceptos, y el fruto está conectado con el resultado: la meta alcanzada, nuestra influencia positiva y continua en la preservación de nuestros valores.