En alianza con la Escuela de Comunicaciones de la Universidad del Desarrollo (UDD), el Museo Interactivo Judío capacitó a los estudiantes de Publicidad con una visita especial al recorrido de Holocausto y una charla con material basado en un recurso didáctico de la Liga Anti Difamacion, ADL.
A partir de esto, dos secciones del curso Taller VII de Publicidad recibieron una consigna desafiante: concientizar, aplicando herramientas comunicativas, una idea difícil de alcanzar pero a la que no podemos renunciar: “Vivir sin odio”.
Así, los alumnos y alumnas presentaron sus campañas frentes a sus profesores Pía Benoit, Juan Ignacio Valdivia, Paulina Díaz, Calú Sarroca y Ana María Sprovera; y también ante las encargadas del Museo, en calidad de “el cliente”.
La campaña ganadora de la primera sección fue “El odio es un virus”, de Joaquín Arriagada, Camila Chirinos, Josefina Hernández, Andrés Santelices, Tomás Marchant y Gonzalo Manzur. Se trata de una intervención en videojuegos en línea, con un sistema de alerta que levanta un pop-up con noticias de crímenes de odio cuando algún usuario emite discursos de odio en los chats.
En la segunda sección se impuso la idea “Manchas de Odio/ Manchas de Amor”, de Natalia Fosk, Samantha Bellido, Agustín Espinosa, Nicolás Ortiz y Natalia Hurtado. La campaña da un giro a las marcas que deja el odio en las víctimas e invita a los estudiantes de colegios a “manchar con amor” mediante una acción de arte.
“Más allá de trabajar en servicios o productos, esto produjo una reflexión mucho más profunda en los estudiantes y les da la conciencia de su rol de comunicadores para promover cambios sociales. El pensamiento más analítico en un tema más delicado les entrega un valor que trasciende lo académico”, dijeron Paulina y Juan Ignacio.
Fnalmente, las directoras del Museo Judío agradecieron los resultados y se mostraron satisfechas con la experiencia. “Habitualmente trabajamos con alumnos de colegios, entonces fue muy interesante y desafiante también para nosotros poder hacer esta actividad con jóvenes que ya tienen información para crear cosas nuevas”, concluyó Beate Wenker, encargada del Departamento de Educación del MIJ.