Sala Rey David
De acuerdo con la tradición bíblica, la historia de los Hijos de Israel comienza en la época de los patriarcas.
Tal y como se relata en el libro del Génesis, el origen del Pueblo de Israel se remonta a Abraham, el Hebreo, hijo de Teraj, de la ciudad de Ur (Mesopotamia), quien migró a la Tierra de Canaán (actual Tierra de Israel) donde se asentó.
Según la Torá, Dios se reveló a los patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, y les prometió que su descendencia sería heredera de la Tierra de Canaán.
Según el relato de la Torá, la consolidación del Pueblo de Israel comenzó en Egipto, donde los hijos de Jacob (conocido posteriormente como Israel) emigraron por la hambruna que reinaba en la Tierra de Canaán, fueron luego sometidos a esclavitud y liberados por Moisés, quien los condujo a la Tierra Prometida.
En la Sala David, asistimos al comienzo de la historia institucionalizada del Pueblo de Israel, que comienza con la elección de su primer rey, Saúl, por pedido del pueblo al profeta Samuel; y luego el segundo rey, David, quien pasó a la historia como el rey que consolidó el reinado de Israel y constituyó su capital en Jerusalem. Su hijo, el rey Salomón, lideró la construcción del Primer Templo.